Un primer diagnóstico de cáncer.

¡Bienvenidos!

 

Quisiera inaugurar la primera entrada de este blog, con el primer post que entre miedo e ilusión escribí en junio de 2016, con el que dio comienzo mi página en Facebook.

 

Esta idea surgió para dar visibilidad a una rama de la psicología tan poco conocida, pero a la vez tan necesaria, y que hoy por fin me decido a publicar en este blog, con algunas modificaciones y aportaciones que la experiencia me ha dado y que espero que os sea de gran utilidad.

 

Para entrar un poco en materia, la psicología no suele ser vista como una rama sanitaria de primera necesidad para "casi" ninguna persona de manera individual, y a veces ni para los profesionales, ¡y que raro me sigue pareciendo!

 

Quizás seguimos en una sociedad que sigue manteniendo el tabú de que quien va al psicólogo es quien está loco. Siempre mantengo, que todo el mundo tiene problemas, que nos afectan de una manera más o menos intensa en nuestro día a día, pero al psicólogo realmente va quien quiere solucionarlos.

 

Por ello, los profesionales de la psicología, intentamos dentro de lo poco que se nos permite, cuidar la salud mental de una sociedad que en muchas ocasiones cuenta con muchos problemas.

 

Pero la rama de la psicología que hoy os trae hasta aquí es mucho más específica, se centra en problemas mucho más concretos, cuyo núcleo es el cáncer.


Sí, se trata del apoyo, de la atención psicosocial y de la psicoeducación, que se le puede dar a todos los pacientes y familiares oncológicos, y esta bonita rama de la psicología se llama PSICO-ONCOLOGÍA.


No sabía cómo empezar, y he pensado que es así es como comienza todo este mundo: con un diagnóstico.

 

Cuando llega un diagnóstico de cáncer a una familia es una noticia bomba. "¡Joder!, que noticia tan horrible, eso que acaba de decir el médico... ¿Lo he escuchado bien? ¿Can... qué?, ¿Cáncer? ¿Pero me voy a morir? ¿Mi familia? ¿Mis hijos? ¿Mis padres? ¿Cómo les voy a decir yo? ¿El trabajo? ..."

 

Y de repente, nos damos cuenta que el médico sigue hablando y nosotros nos hemos quedado en shock, no reaccionamos, no nos hemos enterado de nada de lo que nos ha dicho. "¿Qué tratamiento? ¿Qué opera... qué? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que entré a la consulta? ...".

 

Y es aquí donde comienza un largo camino de baldosas amarillas como dirían en el "Mago de Oz".

 

El cáncer no sólo afecta al cuerpo físicamente, sino que también cambia y modifica tu esfera emocional, y en algunos casos es necesario recurrir a algún profesional que te ayude a gestionar este proceso.

 

El proceso oncológico NO es un proceso lineal, es una montaña rusa del mayor parque de atracciones en el que jamás hayáis estado nunca. Pero desde que el tratamiento se enfoca de manera multidisciplinar se cuenta con más herramientas para alcanzar el éxito tanto físico, como emocional.

 

Existen distintas fases por las que pasaréis tanto tú como paciente, como tus familiares y amigos más cercanos. No todos lo gestionareis del mismo modo, por lo que las necesidades irán variando, así como las intervenciones psico-oncológicas que podremos realizar.


  • Fase pre - diagnóstica, empezamos a tener muchos síntomas, y con ellos muchos MIEDOS, no sabemos el porqué, tendremos incertidumbre, falta de control, y nos enfrentaremos a un ambiente desconocido.

En nuestra intervención, os daremos desahogo emocional tan importante en estos momentos de tanta incertidumbre y miedo, os enseñaremos gestión de emociones y manejo de estrés, os ayudaremos en la comunicación familiar (tanto con adultos como con niños). 

La intervención tendrá mucha psico-educación, para que toda la información que tengáis sea veraz, real y adaptada a vuestras necesidades en cada momento.


  • Fase diagnóstica, entramos en un estado de shock. Comenzamos a percibir amenazada nuestra estabilidad física, emocional y familiar, nuestra vida en general.

Esta intervención se basará en ayudaros a la gestión de la información tras el shock emocional que provoca el diagnostico en vuestra vida. Os ayudaremos a normalizar todo lo que estáis sintiendo, a explicar que es normal sentirlas y que forman parte de la adaptación de todo el proceso.

Realizaremos intervención familiar para compartir el diagnóstico, y preparación de la intervención con niños si los hubiera. También trataremos temas de Psico-educación para facilitar la información y deshacer los falsos mitos que os podrían crear miedos infundados.


  • Fase de tratamiento, puede provocarnos muchos miedos relacionados con los efectos secundarios del tratamiento, al efecto de los mismos y al futuro.

La Intervención en esta fase será para dotaros de herramientas para mitigar el impacto de los posibles efectos secundarios de los tratamientos. 

Trabajaremos para que podáis mantener la mejor calidad de vida; durante este proceso os suelen surgir muchas dudas y preguntas que muchas veces no sabéis como plantear, así que os ayudaremos a prepararlas y que podáis realizarlas sin miedo a vuestro médico.


  • Fase de remisión, es aquella en la que hay ausencia de enfermedad oncológica. ¡Tenemos el ALTA! Cuando nos reincorporamos a la vida cotidiana, al trabajo y nos readaptamos a la nueva situación.

La intervención en esta fase es una de las más importantes, aunque parezca contradictorio. El tener el alta, es uno de los momentos en el que más preocupaciones aparecen. 

Ya que el miedo a presentar cualquier síntoma o recaída, siempre está ahí. El regreso a la normalidad es un proceso lento, y hay que prestarle atención a nuestro malestar. Trabajaremos duro en esta fase, para que la adaptación sea buena.

 

Esto son sólo unas pinceladas dentro de un largo camino de baldosas amarillas que aquí comenzamos.

 

La ayuda psicológica que os damos a cada uno de los pacientes, familiares y amigos, es de manera personalizada, adaptándola siempre a vuestras necesidades, y respetando vuestros tiempos y vuestras decisiones.

 

Un gran abrazo para todos los que estáis pasando por estos duros momentos. Y no olvidéis que mi mano siempre la tendréis aquí, y el camino juntos será mucho más sencillo.

Un abrazo, Marta Pino

  



 

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